Somos dos arquitectos que sentimos un impulso imparable por crear. A primera vista, podríamos parecer el típico estereotipo de arquitectos: serios, formales, con una obsesión por el orden, vistiendo de negro y con todo meticulosamente organizado. Sin embargo, en nuestro interior, hay un espíritu rebelde y loco que desafía la perfección, quiere salir a explorar, ensuciarse las manos, experimentar, equivocarse, borrar y volver a empezar.